Ésta es una caja-obra artística y
artesanal creada por Ana Mejía (consultora de Feng Shui, Radiestesista y
Especialista en Bioenergía), inspirada en una antigua caja china para el Amor,
y diseñada como herramienta energética para estimular y atraer la energía del
Amor Incondicional a tu vida.
Está confeccionada totalmente a
mano, realizada en metal y su forma es cuadrada. Sus medidas atienden a lo que
se denomina numerología sagrada (en este caso múltiplos de 3), son de 12 cm. X
3 cm. En el diseño aparecen dos símbolos: El Nudo del Amor o Nudo sin Fin y el
Awen, símbolo celta que significa la armonía de los opuestos, su interior es de
color magenta que representa la unión del Sol y la Luna, el equilibrio y
unificación de las polaridades en nuestro interior; dentro de AWEN se han
colocado dos cuarzos rosas energetizados individual y personalmente por Ana con
octágonos energéticos (aceleradores de energía de alta vibración), además de un
manual de uso.
Con Awen, Mi Caja (por sus componentes, características y los materiales con
que está realizada) se logra una alta vibración que permitirá entrar la energía
del Amor a tu vida.
El Trigrama del I Ching KUN o
Tierra, se asocia a la madre, su elemento es ese, la Tierra, y su número es el
2. Está ubicado dentro del Ba Gua del Feng Shui. El Ba-gua es un mapa
energético de forma octogonal, en cuyo centro se encuentra el símbolo Yin-Yang rodeado
por los ocho trigramas del I Ching y los cinco
elementos. Cada trigrama representa un aspecto de la vida del ser
humano. El Trigrama Kun o Tierra, representa el aspecto de la vida del
Matrimonio y las Relaciones, por eso se asocia con la energía del Amor. Su
forma cuadrada representa al microcosmos y con ello la estabilidad del mundo.
En concomitancia con este trigrama, AWEN, Mi Caja, es cuadrada y hay dos
cuarzos en su interior. La medida de sus lados 12 (cm.) significa perfección de
dominio o dominal perfecto, es uno de los principales números utilizados en la
historia de la humanidad. Su popularidad se debe a que en un año la Luna gira
doce veces alrededor de la Tierra, hecho que ya observaron y conocieron los
pueblos primitivos. De ahí que los antiguos astrónomos establecieran más
adelante los doce signos del zodíaco. El número 12 se repite en los siguientes
temas: 12 Apóstoles,
12 frutos del Espíritu Santo, 12 tribus de Israel y 12 estrellas que las
representan, 12 horas diurnas y 12 nocturnas, 12 meses del año, 12 signos del
Zodíaco (perfecta división del cielo), 12 puertas de la Jerusalén Celeste, 12
frutos del Árbol de la Vida... Es un múltiplo de 3, de ahí su altura de 3 cm.,
que representa el número de la creación, ya que es el resultado de la suma del
2 + 1, es decir, del principio receptivo femenino del 2 sumado con el principio
masculino del 1. Según la Cosmogonía, el tres representa la Trinidad:
Padre-Hijo-Espíritu Santo (Padre-Madre-Hijo). Simboliza el equilibrio de todas
las cosas manifiestas. Los pitagóricos nunca consideraron números al 1 y al 2;
para ellos, la tríada fue el número primero por ser el equilibrio de las
unidades.
El símbolo del Nudo del amor
o nudo sin fin, procedente de la simbología China. Simboliza el amor eterno, un
amor tan grande que no tiene principio ni fin. Permite una larga relación junto
a la persona querida, una relación que no se vea afectada por separaciones,
disgustos ni sufrimientos.
El símbolo del AWEN, procedente
de la cultura Celta, representa la armonía entre los opuestos. Los rayos
de la izquierda y de la derecha simbolizan al hombre y a la mujer, y el rayo
central representa la armonía entre ellos. En lenguaje celta significa
inspiración, usualmente poética, o esencia, y simboliza la iluminación espiritual.
En su uso actual en galés, Awen es en algunas ocasiones usado para
describir un poeta o músico, o incluso como un nombre de pila de mujer.
El color interior de la caja es
el magenta el color Magenta, que surge de la mezcla de rojo y púrpura, los
polos opuestos de nuestro viejo arco iris. El Magenta representa la unión del
Sol y la Luna, el equilibrio y unificación de las polaridades en nuestro
interior. Es el color de la Orden Superior, conectado con la espiritualidad y
la meditación. Es un agente para el cambio para limpiar viejas actitudes y
obsesiones. Es un color que energetiza la acción del corazón y del sistema reproductivo.
La vibración de este color funciona como un fino estabilizador emocional.
Fuente | Ana Mejía